He escogido este libro porque lo
tengo en casa desde el mes de septiembre y se lo suelo contar a mis hermanos
pequeños: Mario (4 años) y Miguel (6 años). Les gusta mucho que lo lea y la
verdad es que a mí también contárselo. Los momentos en los que más les apetece
es mientras se bañan o a la hora de irse a la cama. Me parece
un libro que tiene un fondo precioso y creo que debería ser escuchado por todos
los niños del mundo.
El cuento trata de un elefante
llamado Elmer que es el protagonista de la historia y no tiene el mismo color
que los demás. Está cansado de ser distinto y ser el que siempre hace reír a
todos. Un día decide escaparse de la manada para buscar un buen remedio y
conseguir ser de color elefante. Para ello, se reboza en unos frutos que
encuentra por su camino y se pone muy contento de que sus compañeros ni los
demás animales de la selva le reconozcan. Nuestro protagonista decide
asustarles y todos se ríen muchísimo, diciéndole que es la mejor broma que
había hecho nunca. Elmer se da cuenta de que no es tan malo ser diferente y
todos deciden hacer un día al año la fiesta de los elefantes donde cada uno se
pinta como quiere.
Para acercarnos más aún a un
libro, siempre es necesario conocer algo sobre el autor y he encontrado algunos
datos que nos pueden ayudar en ello. David McKee es un autor británico nacido
en el año 1935 y es mundialmente conocido por este libro de Elmer, lo que
quiere decir que se trata de un texto literario bastante famoso y difundido en
infantil. Trabajó en algunos periódicos y revistas antes de centrarse en esta
obra y se caracteriza por un estilo sencillo en el que se dice que se pueden
ver referencias a muchos elementos de la cultura popular. Este autor también es
el ilustrador de su obra y se inspiró en un pintor surrealista suizo, Paul
Klee. Ha ganado reconocimientos, sobre todo internacionales, como el Premio
Hans Christian Andersen (2006).
Contando con esta pequeña
introducción, cabe decir que este libro lo podríamos tratar en tercero de
infantil para niños de 5-6 años. Antes de hablar sobre psicología evolutiva, en
mi caso he tenido la suerte de comprobarlo con la práctica. Es cierto que mi
hermano Mario no presta tanta atención al cuento y muchas veces quiere pasar de
página porque se le hace un poco largo. Miguel en cambio, atiende al cuento
perfectamente y le gusta sacar sus propias conclusiones relacionadas con sus
vivencias en clase. Respecto a esto último, Mario se ve que no entiende el
fondo del cuento y no puede participar en estas conversaciones. Él se fija más
en el elefante que más le gusta y con el que quiere identificarse, es decir, en
los dibujos del cuento.
Sin embargo, no basta con esto
para confirmar la edad adecuada. Es necesario evaluar de alguna manera el
momento de desarrollo en el que se encuentran los niños de esa etapa educativa
infantil. A partir de la información buscada, he podido comprobar que a estas edades se comienzan a instaurar las primeras nociones de responsabilidad y se comienza a comportar más respetuoso con los demás. Además, ya es capaz de expresar y regular las emociones delante de los demás, algo que antes no podía. De esta manera, se sabe que comienzan a empatizar y por ello pueden entender muy bien el cuento de Elmer. Si lo contásemos en edades anteriores seguramente no tendría mucho sentido porque son totalmente egocéntricos.
Ficha bibliográfica:
Título: ELMER
Autor: David McKee
Ilustrador: David McKee
Editorial: Beascoa
Fecha 1ª edición: 24 de marzo de 2006
Edad en la que me baso para realizar este análisis: 5-6 años
Formato:
Creo que tiene una buena
manejabilidad para los niños de esta edad ya que la psicomotricidad fina está
muy desarrollada. Es un libro de ligero peso y eso les hace estar cómodos
cogiéndolo. Pueden pasar sus hojas perfectamente y cogerlo con una mano. Tiene
hojas gruesas y esto permite que se pueda estropear menos a la hora de usarlo
todos. La portada es claramente muy atractiva ya que está llena de color y me
imagino que es curioso ver a un elefante de muchos colores a esa edad donde
tienen clarísimo el color real. Las ilustraciones me encantan y tienen unos
colores muy vivos y alegres que llaman la atención a cualquier niño.
Además,
son bastante sencillas y no está demasiado cargado. En cuanto a la letra, es separada
y los niños aprenden a leer de otra forma. Por lo tanto les puede costar leerlo
en algún caso, pero se trata de que la profesora pueda contárselo así que no
habría mucho problema al tenerlo en este aula mencionado anteriormente.
Temas:
En un principio podría parecernos
que el tema principal del cuento es la diversidad pero yo creo que se puede ir
más allá. Elmer es el único diferente y por ello pienso que no podríamos hablar
de diversidad simplemente. A mi parecer el tema es la necesidad de sentirse
igual que los demás. Además, considero un error decir que existe discriminación
alguna en este cuento ya que es nuestro protagonista el que elige todo lo que
va pasando a lo largo de la historia. No es rechazado por nadie y es él el que
se siente diferente.
Podemos ver algunos temas
secundarios relacionados con el anterior como la aceptación de uno mismo ya que
el texto nos invita a hacerlo a través de los elefantes. También he encontrado
otro tema que es lo especial de ser diferente ya que los elefantes se ríen
mucho con Elmer y cuando les falta, están todos aburridos sin saber qué hacer.
En el cuadro de Moodle comentan que un cuento adecuado en estas edades es aquel
en el que se habla de la importancia del individuo y en esta historia lo hacen
sin duda alguna. Tiene un claro final feliz y esto les gusta en estas edades
porque quieren ver que todo acaba bien, sienten esta necesidad.
Por otro lado, se destaca que
tienen un concepto de moralidad absoluto y pueden reflexionar acerca de todo
esto. Así podrían relacionar lo escuchado o leído con sus vivencias personales
e identificar las buenas o malas conductas que están llevando a cabo en su
entorno.
Estructura:
Se trata de una narración donde
la estructura es lineal. Presenta una introducción clara donde se describe
perfectamente la situación en la que vive Elmer. Después, se plantea el
problema de que se siente diferente y busca una manera de solucionarlo que
sería el nudo. Para terminar, hay un desenlace ya que Elmer vuelve a la manada
y todos se ponen contentos y le reconocen que les hace reír mucho. Pero no
solamente esto, consigue que se establezca un día en el que todos se pintan de
colores como él y él como ellos. Es una buena estructura para estas edades ya
que no tiene ninguna pérdida. Se trata de un contenido claro y pueden
entenderlo sin confusiones. Además, al haber algunos diálogos se les puede
hacer más ameno.
Protagonista:
El protagonista es un elefante
como he ido comentando en numerosas ocasiones. El narrador es el que cuenta lo
que hace generalmente en todo el cuento y Elmer dice pocas frases. Los niños
pueden identificarse con él ya que tiene un comportamiento de niño. Huye de los
problemas en búsqueda de ideas ingeniosas.
Su solución a los niños les puede
parecer muy buena porque pintarse es algo que se les puede ocurrir
perfectamente y esto hace que se acerquen más al cuento. No obstante, si no se
sienten como Elmer podrían identificarle con otro compañero al que no vean
igual que ellos y sentirse un elefante de color gris.
Demás personajes:
Aparecen varios elefantes de la
manada del protagonista que no son nombrados pero están presentes y son
necesarios para que la historia tenga sentido completo. Además, hay otros
animales que nos dan una visión más objetiva de la gran diferencia que siente
Elmer. Esto puede ayudar a los niños a entender que hay que ver las cosas desde
otros puntos de vista. Como he comentado en el apartado anterior, pueden
sentirse identificados como un grupo de compañeros que son capaces de aceptar
las diferencias de otro.
Valores y
contravalores:
Considero que en este libro hay
muchos valores pero no he podido encontrar a penas contravalores. Uno de ellos es
aprender a quererse y aceptarse a uno mismo. Podría decirse que hay valores de
aceptación de las diferencias por parte de los demás personajes. También puede sacar
el valor de la amistad y de sentirse querido porque Elmer está falto de esto.
Podríamos hablar por último de la resolución de conflictos porque nuestro
protagonista no se queda llorando si no que intenta arreglar el problema que le
está amargando. En cuánto a contravalores, solamente podría decir que se interpreta que Elmer tiene envidia de los demás y no se acepta a sí mismo. Esto no es algo positivo en absoluto pero al final del cuento se supera.
Lenguaje:
Es un lenguaje sencillo y
adecuado para el grupo de oyentes seleccionado puesto que pueden entender todas
las palabras o la mayoría de ellas. Es un texto que tiene algo de ritmo gracias
a las repeticiones que nos vamos encontrando. Observamos que tiene función
poética porque da muchas descripciones de algo que podría decirse de una manera
más simple, esto puede transmitir un cierto humor a los niños y puede atraerles
mejor siempre que se use una buena entonación al leer.
Existen figuras literarias como:
- - Repeticiones: “Elmer era distinto. Elmer era
multicolor. Elmer era…”
- - Enumeraciones: “y naranja y rojo y rosa y lila…”
- - Exclamaciones: “¡Buh!”
- - Interrogaciones: “¿Pero qué? Miro a su alrededor…”
- - Sinestesias: “color elefante”
- - Adjetivación: “elefantes altos, gordos…”
- - Frase hecha: “¡Por todas las trompas!”
Conclusión:
“Elmer” es un libro muy bonito
como he comentado desde el principio y lo utilizaría en el aula ya que no se
trata de un libro paraliterario donde se pretende enseñar algo concreto. Me
encanta ver cuentos como estos en los que hay historias que enganchan a los
niños y les hacen reflexionar de manera personal.
Creo que es muy importante que saquen sus propias enseñanzas sin que nadie les explique el sentido. Podría salir una buena conversación por parte de los alumnos donde compartan sus sentimientos y esto les haga seguir construyéndose como personas. Además, si hubiera algún niño que estuviera en esta situación podría ayudarles mucho a madurar en este aspecto y hablarlo sería importante para crear un buen ambiente en la clase.
Creo que es muy importante que saquen sus propias enseñanzas sin que nadie les explique el sentido. Podría salir una buena conversación por parte de los alumnos donde compartan sus sentimientos y esto les haga seguir construyéndose como personas. Además, si hubiera algún niño que estuviera en esta situación podría ayudarles mucho a madurar en este aspecto y hablarlo sería importante para crear un buen ambiente en la clase.
Con este post me gustaría animar a los maestros de infantil a leer más cuentos en clase y aficionar a la lectura a los niños desde pequeños. Es fundamental que hagamos de esto algo divertido y atractivo, dejándoles ser libres y responsables de su propio aprendizaje.
Bibliografía: